Un gol anulado a Bellingham, otro gol anulado a Federico Valverde, y principalmente, un penal de Jesus Navas a Vinicius, que significaba también la expulsión del futbolista del Sevilla. Real Madrid se fue del Sánchez Pizjuan en llamas con De Burgos Bengoetxea, el árbitro del encuentro. Todo ese cúmulo de jugadas hicieron explotar a Ancelotti de una forma particular: a pura ironía.
Ancelotti primero dialogó con Real Madrid TV y avisó: “Después de este partido, la ironía es la única manera después de este partido, si digo lo que pienso del arbitraje me caen muchos partidos, lo que más me gusta es sentarme en el banco del Real Madrid por eso no digo lo que pienso para evitar suspensiones y me voy a basar en la ironía…”.
Ya en conferencia de prensa, Ancelotti dio un recital contra el árbitro pero siempre basándose en la ironía: “El árbitro hizo bien, un buen partido. Acertó en todo, paró la contra (anuló gol de Bellingham) para preservar la salud de un jugador del Sevilla, fue un partido de alto nivel del árbitro. El arbitraje me a gustado al 100 por 100. Ha acertado en todas las jugadas. El árbitro mostró un gran trabajo”.
“Pienso que ha sido un partido muy competido, con muchos jugadores por el suelo y pienso que ha acertado el árbitro. Solo le he preguntado por qué me has amonestado al final del partido”, sentenció Ancelotti en rueda de prensa, con cara de pocos amigos por el empate y lo sucedido.