En una noche épica, llena de mística, Boca Juniors se metió en la gran final de la Conmebol Libertadores para jugar contra Fluminense. El equipo de Jorge Almirón empató 1-1 en Allianz Parque por el gol de Edinson Cavani y tuvo que definir todo en los penales, donde Sergio Romero se hizo gigante y tapó dos penales impresionantes para que la serie quedara a favor por 4-2.

Boca hizo un primer tiempo sensacional, donde marcó el gol y dominó al Palmeiras. En el complemento, Abel Ferreira fue con todo por el empate, ingresó Endrick y cambió el partido. Marcos Rojo se fue expulsado y Piquerez, con un soberbio zurdazo, puso el 1-1 a falta de 25 minutos para el final. 

El club argentino soportó el empate con un Romero impactante y llevó todo a los penales, donde terminó de dar el golpe final. “Somos justos ganadores porque en la ida habíamos sido superiores. Hoy nos tocó sufrir, así es la Copa Libertadores. Sin embargo, estamos en una nueva final; por eso esta felicidad. La convivencia con los jugadores me hizo creer que íbamos a estar en la final…”, aseguró Almirón tras el partido.

Por su parte, Romero expresó: “La verdad que es lindo poder ayudar, al equipo. Hicimos un gran trabajo, un gran desgaste, la pelota va mucho más rápido. A los 36 años me divierto en los penales, en esos momentos de tensión. Nunca imaginé jugar una Libertadores, pensaba terminar la carrera en Europa. Boca es un gran club”.

El próximo 4 de noviembre, en el Maracaná, Boca chocará contra Fluminense en lo que promete ser una de las finales más espectaculares de la Conmebol Libertadores: o es la séptima de Boca o es la primera de Fluminense.