Toda la Asamblea General y el fútbol español esperaba que Luis Rubiales anunciara su renuncia al cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Sin embargo, de lo que se preveía, nada sucedió y el escándalo ahora es aún mayor. Prácticamente a los gritos, Rubiales confirmó que no dimitirá y que seguirá siendo el presidente del fútbol español hasta 2024. 

“¿Es tan grave para dimitir recordando que hice la mejor gestión de la historia del fútbol español? ¿Qué es lo que he hecho? ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí? Voy a luchar hasta el final. La prensa ni busca la justicia ni la verdad. Ya he perdido perdón por el gesto y lo sucedido. Y he explicado que el beso fue consentido. ¿Creen que eso merece esta cacería? ¿Esto merece mi dimisión? Pues les digo una cosa. No voy a dimitir, no voy a dimitir”, expresó Rubiales ante un aplauso cerrado de la Asamblea. 

Al escuchar su discurso, las redes sociales estallaron y principalmente por parte de los futbolistas españoles que no están de acuerdo con todo lo sucedido. David De Gea, Iker Casillas y Héctor Bellerín fueron alguno de los más enojados por el discurso del directivo. Sin embargo, el más extremista de todos fue Borja Iglesias.

El delantero del Betis, que en 2022 fue citado a España por Luis Enrique y estuvo a punto de ingresar en la lista de convocados para Qatar 2022, decidió renunciar a la Selección de España. “Estoy triste y decepcionado. Como futbolista y como persona no me siento representado por lo que ha pasado hoy en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Me parece lamentable que sigan presionando y poniendo el foco sobre una compañera…”, empezó explicando Iglesias. 

Luego, publicó su decisión final: “Vestir la camiseta de la Selección Española es de lo más grande que me ha pasado en mi carrera. No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver a la Selección hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes”. 

Por su parte, Rubiales, sentenció: “Desde hace cinco años van a por mí con todo. Denuncias, querellas y peticiones de inhabilitación. El falso feminismo no busca la verdad, busca ponerse la medalla y pensar que estamos avanzando. No les importan las personas. Cuando me equivoco también me duele y pido perdón, sin paliativos. Voy a seguir luchando, como me enseñaron mis padres, mis entrenadores, como me han enseñado mis maestros y voy a seguir siendo un hombre feliz y pleno. Sigo siendo un hombre feliz conmigo mismo”.