Cuando se pagan cifras tan altas por un futbolista, la presión cambia, la observación de los hinchas es otra y la lupa de los medios se profundiza y se analiza de otra forma. Los ejemplos de esto son muchos en el último tiempo: Coutinho fue al FC Barcelona por 160 millones, Enzo Fernández fue a Chelsea por 121 millones, Mudryk también fue al Chelsea por 100 millones y Darwin Nuñez firmó en Liverpool por 105 millones. Ninguno volvió a jugar como cuando lo ficharon. El último ejemplo es Moisés Caicedo.

El ecuatoriano llegó a Chelsea por 127 millones de euros y ahora deberá convivir con la presión de tener que justificar ese precio. Su debut fue contra West Ham y su partido fue malo. Al mediocampista le llueven críticas por su rendimiento en uno de los clásicos de Londres y los medios ingleses no tienen piedad. 

El culpable de que esto sea así también es Lucas Paquetá. El mediocampista brasileño del West Ham lo volvió loco hasta el último minuto de partido. Caicedo realmente no le pudo sacar la pelota a Paquetá y lo terminó sacando de quicio. La bronca de Caicedo terminó con un penal a Paquetá en el minuto 94 para que le brasileño firmara el 3-1 a favor de su equipo.

“Tenemos que seguir adelante, porque Caicedo será un aporte para nosotros. Él estará decepcionado igual que todos nosotros por este partido porque merecíamos más. Necesitamos lo mejor de él”, explicó Pochettino luego del partido. Por su parte, Paquetá demostró por qué Manchester City iba a pagar 105 millones por él.