Por la Leagues Cup, Tigres y Vancouver Whitecups empataron 1-1 en los noventa minutos reglamentarios y todo se definió en los penales, donde apareció Nahuel Guzmán. En la semana donde la International Board y FIFA cambiaron el reglamento para las definiciones por penales, Guzmán mostró que es capaz de todo con tal de atajar un penal y así lo demostró contra el equipo de la MLS.
El arquero argentino hizo algo nunca antes visto. Antes de que su rival pateara el penal, Guzmán simuló dolor estomacal y terminó haciendo un truco de magia: sacó una serpentina de su boca y la lanzó a un costado. El futbolista de Vancouver se lo quedó mirando y Guzmán le terminó atajando el penal a un costado.
Este penal detenido por Guzmán fue vital para la clasificación de Tigres a la próxima ronda, pero el arquero argentino quedó en el centro de la escena. Guzmán desestimó el nuevo orden para los penales tras el comunicado presentado por la International Board donde no permite ninguna acción como la del Dibu Martínez en Qatar 2022, donde jugaba mentalmente con los rivales y terminaba sacando beneficio de ello.
“El guardameta deberá permanecer sobre su propia línea de meta, entre los dos postes de la portería y frente al ejecutor del tiro hasta el golpeo del balón. El guardameta no se comportará de manera que distraiga de forma antirreglamentaria al ejecutor del tiro. El arquero no retrasará la ejecución del penal ni tocará los postes, el travesaño o la red de la portería. Se aclara que, con su conducta, el guardameta no faltará el respeto al fútbol ni al adversario”, asegura el reglamento.
No obstante, a Guzmán poco le importó y terminó mandando un truco de magia en plena definición por penales. El arquero tiene una personalidad arrolladora, es ídolo de Tigres, y si faltaba algo era esto.