El enojo, la exigencia y la presión mediática del Real Madrid tuvo su efecto. El Caso Vinicius se apoderó del mundo, trascendió lo deportivo, llegó a lo político y todo tuvo su consecuencia. El Comité de Competición tomó el rol protagónico y decidió informar el fallo final. Empezando por lo deportivo, Vinicius no será expulsado porque su tarjeta roja queda anulada, por lo que podrá jugar los próximos partidos, recordando que podía recibir una sanción de hasta tres encuentros. 

No obstante, el foco de conflicto está en Valencia. El Comité decidió clausurar la grada Mario Kempes por los próximos cinco partidos, lo que significa que Valencia no tendrá ingreso económico en esa zona del estadio, además de que mucha gente que no hizo nada, se ve perjudicada. Además de eso, Valencia deberá pagar 45 mil euros como multa económica. 

"Se considera probado que, tal y como reflejó el árbitro en su acta, hubo gritos racistas a Vinicius, jugador del Real Madrid CF, durante el mencionado partido, alterando el normal desarrollo del mismo y considerándose las infracciones muy graves. Además, se le impone al Valencia una sanción económica de 45.000 euros", dice el comunicado oficial.

En un principio, el primer castigo había sido de la Real Federación Española de Fútbol, que decidió despedir de su cargo a Iglesias Villanueva, que estaba a cargo del VAR y mostró mal la jugada de la expulsión de Vinicius, y provocando que De Burgos Bengoechea pueda ver la agresión de Hugo Duro a Vinicius. 

El Valencia tiene un plazo de diez días hábiles para apelar la resolución ante el Comité de Apelación y lo hará porque considera que el castigo es excesivo para el club. Tras todo esto, Real Madrid quedó en el centro de la escena ya que demuestra el poder que realmente tiene y más teniendo en cuenta las versiones de que Vinicius evaluaba dejar España por los casos de racismo. 

Por otra parte, Ancelotti, en rueda de prensa ya avisó: “Vinicius está triste, pero no creo que se esté planteando, de verdad, irse de España. Ama al fútbol y al Real Madrid. Su amor por este club es muy grande y quiere hacer carrera aquí. En los partidos de Inglaterra no hay policía. Aquí parece que vas a la guerra. ¿Irnos del campo la próxima vez? Es algo que he pensado, sí. Ojalá nunca tenga que llegar a hacerlo, porque no quiero; hay un juez al que corresponde tomar esa decisión”.