Paris Saint Germain está nuevamente en crisis. Tras perder 2-0 en el Parque de los Príncipes contra Stade Rennes, PSG explotó y hubo distintos focos de conflicto: el funcionamiento, la actitud, la reacción de Al Khelaifi. No obstante, lo más relevante es que la relación entre la hinchada del PSG y Lionel Messi se terminó de romper por completo. La hinchada del PSG silbó casi todo el partido a Messi y el argentino no lo soportó.

Al terminar el partido, Mbappé le pidió a sus compañeros ir a saludar a la hinchada a pesar del clima tenso que se palpaba en el estadio del PSG. Mientras todo el equipo iba levantando las manos ante su gente, Lionel Messi decidió irse solo al vestuario. El argentino no dudó en irse directamente a ducharse, e ignorando el pedido de Mbappé de ir a saludar a los hinchas.

Messi se mostró fastidioso, su rostro evidenciaba un profundo enojo, algo que en su momento ya explicó. Hace un año, Messi también fue silbado y había confesado sus sensaciones: "Nunca me había pasado en FC Barcelona sino todo lo contrario. Nunca me silbaron. Enseguida pregunté qué habían dicho los nenes, si lo habían visto, qué pensaban o qué decían y la verdad es que no me gustó que esté mi familia ahí y que escucharan a la gente silbándome, y que estén mis hijos y que tengan que pasar por eso. No entendían nada, porque tampoco se dan cuenta del por qué. Sé que sintieron algo". 

En PSG insisten con la renovación de contrato de Messi, pero cada partido que pasa, la situación está cada vez más tirante. Messi ahora volvió a romper con la hinchada que lo silbó y su futuro en el París vuelve a llenarse de incertidumbre. De hecho, la continuidad de Luis Campos y Galtier, que pretenden que siga pende de un hilo.

Paris Saint Germain vuelve a hundirse a pesar de la tremenda inversión realizada. Se vienen días de altísima tensión, de muchos roces internos y consecuencias que podrían ser determinante para muchos protagonistas.