Todo el proyecto del Paris Saint Germain se sostenía en la Champions League. Era sabido que el resultado contra el Bayern Munich en Alemania iba a definir muchas cosas e iba agregar incertidumbre en otras. La salida de Luis Campos del Paris Saint Germain como director deportivo, internamente, es un hecho. Al directivo se le cuestiona el armado del plantel, su poco trato con las figuras y otras decisiones que ha tomado que no cayeron bien: el plantel no lo quiere. No obstante, con él se irá Galtier.

El entrenador francés que llegó para armonizar el vestuario pasó por lo mismo que el resto y sin Champions, no hay continuidad. El nombre más terrenal, si así lo quieren llamar, es Thomas Tuchel. Sin embargo, Al Khelaifi, dueño del PSG sabe que para retener a Kylian Mbappé y evitar que se vaya al Real Madrid hay que contratar a una sola persona: Zinedine Zidane.

La última vez que Al Khelaifi habló públicamente negó todo: "¿Zidane? Diré una cosa: nunca hablamos con él, ni directa ni indirectamente, nunca buscamos ficharlo. Muchos clubes están interesados en él, selecciones también, pero nunca hemos discutido con él. ¿La afición se decepcionó por tener a Galtier y no a Zidane? El sueño es una cosa, la realidad otra. Tenemos que bajar más a tierra. Se terminó lo del brillo. Al margen de esto que digo, admito que Zidane me encantaba como futbolista y como entrenador". La realidad es que Al Khelaifi lo desea con todo su ser y lo quiere en el PSG. Los contactos existieron y fueron formales.

En un principio, las dudas de Zidane pasaban por la continuidad de Deschamps en la Selección de Francia (quería tomar ese cargo) y luego, su vínculo con Olympique de Marsella, su ex club y rival del PSG. El objetivo de Al Khelaifi es convertir a Zidane en el entrenador mejor pago de la historia con un salario de 26 millones de euros por año.

Hace unos meses, Zidane se vio en un escándalo por las declaraciones de Noel Le Graet, presidente de la Federación Francesa de Fútbol, asegurando que no le iba a dar el gusto de tomar la Selección de Francia: "Zidane siempre estuvo por debajo del radar, no hay que contar cuentos. Tenía muchos seguidores, algunos esperaban la salida de Deschamps. Pero, ¿quién puede criticar seriamente a Deschamps? Nadie puede. Siempre se puede fallar un partido, pero llevo 10 años con él, no ha habido muchos problemas. Su salida siempre genera clicks”.

Tras ello, Mbappé salió a defenderlo y Le Graet tuvo que renunciar a su cargo. En PSG saben que si Zidane firma, Mbappé no se irá del club.