Manchester United se hundió en Anfield. La brutal goleada 7-0 que le propició el Liverpool destapó una serie de fallas que nadie esperaba y que obliga al equipo de Ten Hag a reiniciarse. No obstante, en medio de la locura y la incertidumbre por la goleada recibida, Rapahel Varane demostró estar a la altura de las circunstancia.
El defensor francés jugó los 94 minutos en Anfield y soportó los siete goles del Liverpool. Sin embargo, cuando llegó el final del partido, Varane vio que sus compañeros se iban todos al vestuario y se indignó más todavía. Varane se puso a los gritos en mitad de cancha, llamando a sus compañeros y obligándolos a ir a saludar a los hinchas que habían ido a Anfield. Finalmente los jugadores del Manchester United fueron a saludar y terminaron siendo abucheados por sus hinchas.
"La segunda mitad no fue profesional. No puede suceder y tenemos que hablar de eso. Fue sobre todo el equipo, vi a once personas perder la cabeza. Eso no es Manchester United, tenemos estándares más altos. Puedes perder un juego pero no de esta manera. No estamos tomando las decisiones correctas, las buenas acciones de defensa, en las transiciones y eso es poco profesional. Tenemos estándares más altos de lo que mostramos hoy en la segunda mitad”, comenzó Ten Hag.
"No se trata solo de uno o dos jugadores, era todo el equipo. Vi a todo un equipo perder la cabeza y no seguir con el plan que armamos. Creo que en la primera mitad jugamos muy decentemente. Creamos las mejores oportunidades. Espero que nos levantemos como ya hemos hecho un par de veces", sentenció Ten Hag, visiblemente molesto.
Las críticas no tardaron en llegar y el primero en hacerlo fue Roy Keane: "Después de ganar la Copa Carabao, en el juego del West Ham, mucha celebración, muchas tonterías, muchas presentaciones, hubo cuatro o cinco cosas que no estuvieron bien. El circo está de vuelta en la ciudad en Manchester. El lenguaje corporal de Fernandes hoy fue nada menos que vergonzoso. Un chico realmente talentoso, es tu capitán, pero su lenguaje corporal, agitar los brazos, no correr hacia atrás, no ayudar. No sé quién puede estar feliz con él en el vestuario".