Hace un mes, Isco pasó por una tensa situación. El mediocampista español de 30 años, que quedó libre del Sevilla, viajó a Berlin para firmar su nuevo contrato con el Unión Berlin, de hecho, Isco llegó a pasar la revisión médica. Sin embargo, al momento de firmar el vínculo, el futbolista y el club encontraron diferencias entre lo que se había acordado y el traspaso se vino abajo.
El motivo de la ruptura entre Isco y el Unión Berlin pasaban por motivos puramente contractuales. Oliver Ruhnert, director deportivo de la entidad berlinesa, fue el encargado de confirmar la noticia con un comunicado en el que aseguraba que la negociación estaba rota: "Nos hubiera gustado ver a Isco con nosotros, pero tenemos nuestros límites. Estos no han sido lo mismos que lo previamente acordado, por lo que la operación queda descartada".
Desde entonces, Isco no ha conseguido club y su inactividad ya preocupa más de la cuenta. El mediocampista español fue vinculado al AC Milan, a AS Roma y Real Betis, pero ninguno ha podido cumplir con los pedidos de Isco, que quiere mantener un salario alto como el que tenía en Sevilla de 8.5 millones de euros por año.
Ahora mismo, nadie puede pagarle eso pero en medio de una crisis deportiva fatal, Flamengo estaría dispuesto a hacer lo que sea posible dentro de sus posibilidades. El club brasileño viene de perderlo todo en el comienzo del 2023: Supercopa de Brasil, Mundial de Clubes y Recopa Sudamericana. Desde la directiva creen que ahora mismo se necesita un golpe de efecto y eso sería el fichaje de Isco.
Flamengo tuvo contactos formales con su entorno, que pasó las cifras que pide Isco. El español exigía un contrato de 6 millones de euros al año, cuando el mejor pago en Flamengo es Gabigol y Arturo Vidal, con 3.5 millones de dólares anuales, siendo de lo más alto de la región. El punto es que Flamengo le ofrece jugar, algo que ahora mismo no le da ningún club y por eso sigue libre.
El rival de Flamengo sería Los Ángeles Galaxy, que tiene a Riqui Puig, quien ha llamado a Isco para sumarse al club. Para el español lo difícil es dejar Europa, algo que su familia no quiere. En Flamengo la propuesta está en la mesa y sabe lo que ofrece. La decisión depende exclusivamente del futbolista.