Con el adiós de Lionel Messi al Paris Saint Germain, todo el FC Barcelona, con Joan Laporta en la presidencia, centraron toda la confianza en convertir a Ansu Fati en el sucesor del argentino. La directiva blaugrana hizo todo lo posible para renovar el contrato de Ansu Fati y lo logró: extensión hasta 2027 y cláusula de 1000 millones de euros.

Para el FC Barcelona, el heredero de Messi ya estaba blindado, pero lo que no pensaron era que iba a ser de cristal. Ansu Fati está hace tres temporadas en el primer equipo del club y desde entonces acumula 430 días lesionado, perdiéndose un total de 65 partidos oficiales. De su historial de lesiones, la más relevantes son la rotura de meniscos, que lo dejó 305 días inactivos (47 partidos fuera) y la lesión en el muslo, a fines del 2021, que le llevó 65 días de recuperación y se perdió 11 partidos.

Ahora, en el momento que FC Barcelona más lo necesitaba, se volvió a lesionar. El club comunicó que Fati sufrió una contusión en su rodilla izquierda, quedará afuera contra Almería y se hará pruebas médicas para ver la gravedad de la lesión. “La evolución determinará su tiempo de inactividad”, remarcó FC Barcelona. 

Ansu Fati tiene un salario altísimo de 12 millones de euros por año y hoy por hoy, eso no se justifica dentro del campo de juego. Para el FC Barcelona, la situación de Fati está clara y el próximo mercado de pases será fundamental para definir el futuro del delantero. Hace unos años, FC Barcelona llegó a rechazar 140 millones de euros del Manchester United porque la confianza era total.

Ansu Fati solo tiene 20 años y su historial de lesiones condiciona seriamente su carrera. El físico del joven del FC Barcelona no responde y el rótulo de ser el sucesor de Messi cada vez queda más lejos. Se cree que clubes como Manchester United, Arsenal o Liverpool volverían a la carga por Ansu Fati aunque lejos de los 140 millones que se ofertaron hace un tiempo.