Uno de los clubes más sólidos, económicamente hablando, del mundo en la actualidad es el Chelsea. El equipo presidido por el empresario, Todd Boelhy viene de romper el mercado de pases fichando a Mudryk por 90 millones de euros y a Enzo Fernández por 130 millones de euros. Sin embargo, este poderío no viene de ahora, ya con Roman Abrahmovich era así, solamente que los objetivos a fichar eran mucho más complejo.
El ex dueño del Chelsea llegó a pagar 117 millones de euros por Lukaku, que lo terminó fichando, pero además, 100 millones de euros por Marquinhos, zaguero y capitán del Paris Saint Germain. El directivo dejó la oferta en la mesa del entorno del brasileño, pero increíblemente fue rechazada, algo que pocos futbolistas pueden jactarse. El central que es líder dentro del campo de juego con el PSG se negó a jugar en el Chelsea.
"Ni siquiera fue una oferta, de hecho, el PSG bloqueó la conversación inmediatamente. Hubo llamados pero el PSG nunca quiso saber nada. Esto muestra la fe que tienen depositada en mí, es un honor que un club como el PSG tenga tanta fe en ti. El hecho de que otros estuvieran interesados significa que lo estoy haciendo bien. Me motiva para seguir adelante, potencia mi forma de entrenar y me hace tratar de jugar incluso mejor", aseguró Marquinhos en Le Parisien.
Para Al Khelaifi, Marquinhos es uno de los pilares del proyecto deportivo del PSG. El actual contrato de Marquinhos termina en junio de 2024 pero la directiva parisina ya ha comenzado las conversaciones para ampliar el contrato del defensor de 28 años por tres años más. El propio jugador le ha contado a L'Equipe que "las conversaciones están yendo bien". En los próximos días, se podría anunciar por parte del club, la renovación de contrato hasta 2027 por parte del defensor brasileño.