Hace solo cuatro meses, Olympiacos vivía un día histórico. "Estamos muy felices y orgullosos de presentar a una leyenda como Marcelo en nuestro club", expresaba el comunicado del club. Marcelo llegó a Grecia y fue presentado en el estadio del equipo ante 25 mil personas que fueron a recibirlo: "Estoy muy feliz, mi familia está también muy feliz de estar aquí. Quiero entrenar y jugar con el equipo ya mismo".
Sin embargo, eso quedó todo atrás y todo cambió en cuatro meses. Olympiacos decidió rescindirle el contrato a Marcelo, que supuestamente fue de mutuo acuerdo, tras marcar tres goles en 10 partidos (todos los tantos en copa) y apenas dos titularidades. En total, Marcelo disputó únicamente 332 minutos de los cuales apenas 92 han sido en liga griega. Los medios locales rotulan el fichaje de fracaso, fiasco y otros tantos adjetivos negativos.
Esta temporada, Marcelo se ha perdido ocho partidos por lesión. En los últimos días estaba siendo baja por una "lesión desconocida" que no se ha comunicado oficialmente. En las primeras horas del sábado, Marcelo se reunió con Olympiacos, rescindió su contrato y ahora viajará a Madrid para recuperarse, sin embargo, antes decidió dejar de seguir al club en todas sus redes sociales, lo que echó leña al fuego. La relación no terminó de la mejor forma y esto se debe a que la ruptura del contrato nació por parte del club.
Rápidamente, al conocerse la noticia, las posibilidades de mercado se abrieron rápidamente para Marcelo: MLS, medio oriente y hasta otros clubes de Europa. No obstante, quien más se ilusiona con tenerlo es el Fluminense, club que lo formó, lo vio crecer y siempre estuvo expectante con un regreso.
Marcelo ahora queda como futbolista libre y su experiencia en Grecia ha sido traumática. El brasileño se fue del país griego sin hacer declaraciones y se espera que use sus redes sociales para aclarar la situación. En Grecia aseguran que además de lo deportivo, Olympiacos se dio cuenta que no podía mantener el contrato de Marcelo y por eso decidió rescindir el contrato.