Hace unos años, el mercado de pases se paralizó porque el Paris Saint Germain hizo el traspaso más grande de la historia: decidió sacar a Neymar del FC Barcelona por 222 millones de euros. Fue la venta y la compra más cara de la historia del fútbol. La relación de Neymar y PSG tuvo muchos altibajos, pero ahora posiblemente se encuentre en su peor momento y ya tiene aroma a final de ciclo.

Paris Saint Germain no quiere tener más a Neymar y prácticamente lo deja servido en la mesa de varios clubes. De esos 222 millones, a Neymar no le queda nada. De acuerdo a Le Parisien, Paris Saint Germain lo tiene cotizado en 60 millones de euros y si hay un club que pague eso, lo dejará ir sin dudarlo.

El problema de la salida de Neymar es su contrato porque son escasos los clubes que pueden pagar 35 millones de euros por año. El único club que ha intentado sacar a Neymar fue el Newcastle, que fue comprado por un jeque árabe y quiere tener al delantero en la Premier League. No obstante, Chelsea quiere tener a Neymar y que sea su jugador emblema, por eso estaría dispuesto a pagar el traspaso y ese contrato.

Al finalizar la temporada anterior, Neymar explicó: "Quiero quedarme en este club. Hasta ahora, el club no me ha dicho nada. Aún me quedan varios años de contrato. París no me ha dicho nada en este sentido. La verdad es que no tengo nada que demostrar. La gente me conoce y sabe cómo soy y cómo juego, la gente habla demasiado, y lo hacen porque no pueden hacer otra cosa". Sin embargo, eso habría cambiado por un motivo fundamental: la posible salida de Messi.

El argentino no tendría pensado renovar su contrato y buscaría irse como libre del PSG. Para Neymar, quedarse sin Messi en PSG sería el punto final de su ciclo, de hecho no tendría la mejor relación con el resto de las estrellas del equipo. PSG tasa a Neymar en 60 millones para que su salida sea lo más sencilla posible, el club ya sabe que su precio no se incrementará más a los 31 años y más teniendo en cuenta lo irregular que es el brasileño. No obstante, no deja de impactar que hoy Neymar valga menos de la mitad de lo que pagó PSG: el hundimiento definitivo.