No hay dudas que el contrato que firmó con Cristiano Ronaldo con Al Nassr es único en el mundo, no obstante, la aventura del portugués en el fútbol árabe no comenzó de la mejor forma. Cristiano jugó los dos partidos y no anotó goles y además, quedó eliminado de la Supercopa de Arabia Saudita. El partido de Cristiano no fue el mejor y no pateó al arco, algo insólito para un futbolista como él.

Lo peor llegó al final, cuando se fue del campo de juego. La hinchada de Al Ittihad decidió pegarle a Cristiano donde más duele: ovacionando a Messi. El portugués escuchó con claridad los gritos para el argentino y su cara fue elocuente aunque no reaccionó en ningún momento.

"Obviamente, Ronaldo pide mucho el balón. Tenemos que darle el balón porque es un jugador que marca la diferencia. Tenemos que trabajar en eso", aseguró Rudi García. Ahora a Al Nassr le quedará pelear por el campeonato local. Para Cristiano, los gritos de Messi se han convertido en una constante a lo largo de su carrera ya que es una forma de plantarle cara.