"Me gustaría desmentir todo, primero. Yo estuve ahí, en ese sitio, con más gente, disfrutando. Todo el mundo sabe que me encanta bailar. Disfrutando, pero sin invadir el espacio de los demás y cuando eliges ir al baño no preguntas quién está en el baño para ir al baño. Lo siento mucho, pero no sé quién es esa señorita, no la he visto nunca en mi vida. Todos estos años nunca he invadido el espacio de alguien, menos sin autorización. ¿Cómo lo voy a hacer con una mujer o una chica?", fue la primera declaración que hizo Dani Alves tras ser acusado. El brasileño decidió grabar un video para desmentir todo y lo mandó a varios medios para que lo re publicaran.
El último viernes, cuando se presentó a declarar, Dani Alves sostuvo esa versión pero la jueza, por temor a que se vaya de España lo mandó a prisión sin derecho a fianza y puede que el futbolista esté ahí por tiempo indefinido o hasta que se produzca el juicio, algo que ni tiene fecha.
Sin embargo con el correr de las horas se supieron más detalles y la causa dio un giro inesperado porque Dani Alves confesó y cambió la versión de los hechos. El brasileño de 39 años admitió que tuvo relaciones sexuales con ella, pero de manera consentida. En todas las declaraciones negó haber cometido actos violentos o haber violado a la mujer que lo acusa.
Esta contradicción en los testimonios fue determinante para la solicitud de prisión preventiva sin derecho a fianza realizada por el Ministerio Público de España y aceptada por el juez. Daniel Alves está encarcelado en un centro penitenciario a 40 km de Barcelona. Sus contradicciones en las declaraciones al ser interrogado por el juez fueron determinantes para la decisión, ya que previamente había tomado las declaraciones de la víctima y un testigo.
El hecho sucedió el último 30 de diciembre en la discoteca Sutton, de Barcelona. En las cámaras del club nocturno, es posible ver a la mujer y Daniel Alves entrando al baño en momentos separados. Ella se queda en el baño durante 14 minutos, mientras que él se queda durante 16 minutos. Las pruebas más contundentes son el vestido roto de la mujer y la presencia de semen en el mismo, algo que ya fue analizado.
De ser declarado culpable, Daniel Alves podría cumplir una pena de hasta 12 años de prisión, según un reciente cambio en la legislación española, que endurece las penas contra quienes cometen este tipo de delitos.