En una operación histórica, Chelsea decidió usar los 100 millones que rechazó Benfica por Enzo Fernández y terminó haciendo un fichaje impactante porque se quedó con Mykhailo Mudryk, el futbolista ucraniano que es la figura del Shakhtar Donetsk y de la Selección de Ucrania. Lo relevante de este fichaje no es solo la cifra final sino el desenlace porque Mudryk tenía todo acordado con el Arsenal, que iba a pagar 90 millones de euros por su traspaso e iba a ser pieza clave para Mikel Arteta, entrenador del Arsenal.
En las últimas horas, directivos del Chelsea se encontraron con los representantes del futbolista en Polonia y se llegó a un acuerdo por 100 millones de euros. Mudryk además tendrá un contrato de siete años, algo inédito en el fútbol actual ya que se suele firmar acuerdos por cinco temporadas, con posibilidad a una sexta, pero en este caso, Chelsea le ofreció un vínculo directamente hasta el 2030.
En las primeras horas del próximo domingo, Mudryk estará en Londres para hacerse la revisión médica, firmar su contrato de siete temporadas y que pueda estar en el partido en Stamford Bridge con el Crystal Palace. Con esta cifra, Mudryk se transforma en el futbolista ucraniano más caro de la historia de su país y en uno de los traspasos más grandes de la historia de la Premier League.
La oferta que tenía Mudryk del Arsenal era de 90 millones de euros, que se dividían en 70 millones por el traspaso y otros 20 millones en variables, pero el futbolista prefirió ir al Chelsea, que lo fichó por 100 millones: 65 millones ahora y el resto en variables fáciles de cumplir.
En el Arsenal hay mucho enojo porque el último viernes, el futbolista se había reunido con Edu Gaspar, directivo del Arsenal y el acuerdo estaba encaminado por 90 millones de euros, pero en las últimas horas, Mudryk terminó firmando con el Chelsea. Un traspaso polémico, inesperado y por una cifra más que llamativa ya que Mudryk jamás mostró valer 100 millones de euros, pero recordemos que Chelsea viene de pagar 11 millones de euros por seis meses de Joao Félix.