La jugada da la vuelta al mundo porque fue el quiebre en el clásico que jugaron Manchester United y Manchester City. Los dirigidos por Pep Guardiola ganaban 1-0 con gol de Jack Grealish cuando Casemiro soltó un pase frontal y Marcus Rashford, que estaba totalmente en fuera de juego, corrió sin parar y condicionó a todo el resto de la jugada. Bruno Fernandes aprovechó y marcó el empate que dejó tocado al City.

La influencia de Rashford en la jugada es total porque condiciona el marcaje de la defensa del City y el desenlace de la jugada. Tras el partido, Pep Guardiola fue al vestuario a ver la jugada y luego fue a conferencia de prensa, donde se mostró indignado por haber cobrado ese gol al Manchester United.

"Rashford está fuera de juego, Bruno no. Rashford interviene y distrae a toda nuestra defensa y al arquero nuestro. Hablé con mis jugadores en el vestuario para que no se centren en lo sucedido en el primer gol, ellos ahora deben pensar en el Tottenham, nuestro próximo rival", explicó Guardiola en conferencia de prensa.

Visiblemente enojado, Pep Guardiola insistió: "Nosotros sabemos a dónde nos tocó jugar hoy. Para los árbitros venir aquí no es fácil. A pesar de ello, nosotros jugamos muy bien, estoy orgulloso de mi equipo y de su personalidad". 

Sobre el final, Guardiola dejó otra frase digna de enojo: "No me importa si ganamos la Premier League o la Copa Carabao, no siempre podemos ganarlo todo. Ya hemos ganado mucho, por lo que eso no es un problema para nosotros". Manchester United alcanzó los 38 puntos y quedó a uno de Manchester City, el escolta del Arsenal, que tiene 44 puntos.