Durante 20 años, Cristiano Ronaldo ha trabajado su físico y entrenó todo lo que pudo para llegar a lo que llegó: ganar todos los títulos con el Real Madrid, llevar a Portugal a lo más alto y en lo personal, poder sostener esa batalla épica con Lionel Messi. Para mantenerse, Ronaldo tuvo dedicación, cuidados extremos, sacrificios y principalmente una dieta alimenticia que le permitiera rendir. Justamente, ese sacrificio sería el que no hace su hijo, Cristiano Jr.
“Veremos si mi hijo llega a ser un gran jugador, aún no lo es. A veces bebe Coca-Cola y come patatas fritas; él sabe que me molesta. Le digo que después de la cinta debe descansar en agua fría y no le gusta. Es normal, tiene 10 años. Tiene potencial, es rápido y dribla bien, pero eso no es suficiente, con eso no llega”, confesó CR7 hace unos meses, en una entrevista con A Bola de Portugal.
“Incluso con mis hijos más pequeños, cuando comen chocolate, me miran primero y con algo de temor porque saben que no me gusta. Prefiero que tengan vegetales, cosas sanas”, reveló Cristiano Ronaldo.
"Mi hijo es joven y la mentalidad no es la misma. La diferencia es el hambre, pienso que tienen las cosas más fáciles, todo es más fácil, no sufren y también pienso que no les importa. En todas las ligas del mundo, los jóvenes son distintos a los de mi generación. No podemos culparlos porque es parte de la vida. Hay nuevas tecnologías que los aparta y los distrae para otras cosas. Cuando les hablas, escuchan por un oído y les sale por el otro", agregó Cristiano.
"No me sorprende, pero es un poco raro porque cuando yo era joven siempre me ponía a ver a los mejores jugadores. Van Nistelrooy, Ferdinand, Roy Keane. Por eso tengo el éxito que tengo y la longevidad", cerró Ronaldo. Actualmente su hijo marcó 50 goles en el Manchester United y volvió a ser fichado por el Real Madrid.