Cristiano Ronaldo vive para la Champions League. El portugués juega sus últimos años en el nivel profesional y quiere aprovecharlos al máximo, por lo que no se deja margen de error para nada y eso pone seriamente en duda su continuidad en el Manchester United. Hoy en día, el Manchester United vive una crisis profunda desde lo deportivo y no jugará la Champions League del próximo año, pero quien vive una crisis más importante es el propio CR7, que se quiere ir del club como sea.
Su pedido es oficial: a través de Jorge Mendes, su representante, le pidió al Manchester United escuchar ofertas por él porque no quiere jugar más en el club inglés. El portugués no termina de digerir que su equipo no jugará Champions League y tendrá que conformarse con la Europa League. Además, Ronaldo ve también que los refuerzos no llegan al club y el proyecto no parece ser el mejor de todos.
Chelsea fue uno de los clubes que recibió el llamado de Jorge Mendes y el dueño del club, Todd Boelhy estaría cerca de aceptar negociar por Cristiano Ronaldo aunque faltaría el aval de Thomas Tuchel, el entrenador del primer equipo. El deseo de Cristiano Ronaldo sería firmar con Chelsea. El equipo de Tuchel pelea por todos los títulos locales y está casi al mismo nivel que Manchester City y Liverpool, pero además juega la Champions League. En los últimos días, perdió a Lukaku y se quedó sin Raphinha, que fue al FC Barcelona. Por el otro, Cristiano cumpliría con algo que falta hoy en Chelsea, un delantero que meta entre 20 y 30 goles por temporada. La salida de Romelu Lukaku al Inter, la posible salida de Timo Werner y la última temporada de Cristiano, cierra para que pueda llegar al equipo de Stamford Bridge.
No obstante, en las últimas horas se tensionó la situación. Cristiano Ronaldo comunicó que iba a faltar a la primera práctica del ciclo de Erik Ten Hag por cuestiones familiares. En principio, el club dudó porque pensaban que era una estrategia teniendo en cuenta la postura del futbolista, aunque le terminaron creyendo el motivo de su faltazo.
En el Manchester United no quieren saber nada con vender a Cristiano Ronaldo y el club puede ser terminante en los pasos a seguir. En caso de mantener su postura de fuerza de no aparecer o no entrenar, Manchester United le rescindiría el contrato sin ser indemnizado con el año restante de contrato que le resta, es decir, no le pagarían los 23 millones de euros.