Ninguneado, marginado y hasta como posible moneda de cambio en cada mercado de pases. Esa era la situación de Jesús Vallejo, el defensor que prácticamente ve todos los partidos del Real Madrid desde el banco de suplentes. Sin embargo, contra el Manchester City, Ancelotti le dio la prueba más esperada: ocho minutos de juego y en el momento más caliente.
Sobre el final de la prórroga, Militao no podía más y tuvo que salir. Ancelotti habló con Kroos y Marcelo para saber sus opiniones y decidió mandar a Vallejo en su lugar. El futbolista de 25 años, había jugado un total de 104 minutos, distribuidos en 4 partidos, a lo largo de toda la temporada. Y además, no había participado de ningún partido importante, trascendental.
De golpe tuvo que defender una eliminatoria de Champions memorable. Vallejo entró y ganó los tres duelos aéreos que tuvo, mostrando presencia, personalidad y solidez defensiva ante un rival que iba por todo aunque eso no fue todo.
Tras la clasificación y ya en el vestuario hubo un momento tremendo. De acuerdo a la información de Defensa Central, Ancelotti se tomó unos segundos para felicitar delante de todos a Vallejo. “Carlo Ancelotti le dio las gracias por sus buenos minutos, le agradeció el esfuerzo, el trabajo en los entrenamientos y el no quejarse nunca. Cumplió a la perfección y fue felicitado tan efusivamente por el técnico blanco en la caseta que casi le hace llorar de la emoción”, aseguró el medio español. La mejor muestra de que en ocho minutos, la vida de un futbolista puede cambiar por completo.