Luego del 3-1 de Karim Benzema en Stamford Bridge, se vio lo mejor del Chelsea. Increíblemente, en el peor momento del partido, los de Tuchel se crecieron en ataque y metieron contra un arco al Real Madrid, pero la diferencia entre uno y otro estuvo en la eficacia.
Al minuto 68, luego de un rebote, Romelu Lukaku tuvo una chance inmejorable para poner el 2-3 y terminar de encender el partido, sin embargo, el belga cabeceó absolutamente solo en el área pero tirándola afuera. El balón se fue picando cerca del palo izquierdo de Courtois y Lukaku terminó sin poder creer lo que se había perdido.