La situación para Roman Abramovich se volvió insostenible. Las autoridades de Gran Bretaña y de la Premier League le quitaron todos los permisos de ingreso al país por sus vínculos, negocios y amistad con Vladimir Putin, presidente de Rusia. Luego de la invasión rusa en Ucrania, el Chelsea quedó en el ojo de la tormenta por la presencia de Abramovich.
El empresario y dueño del Chelsea quiso descomprimir la situación y por eso presentó la renuncia a su cargo. "Durante mis casi 20 años como propietario del Chelsea FC siempre trabajé para garantizar que tengamos el mayor éxito posible hoy, así como construir para el futuro. Siempre he tomado decisiones pensando en el mejor interés del club. Sigo comprometido con estos valores. Es por eso que hoy doy a los fideicomisarios de la fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC", explicó Abramovich en el comunicado.
"Creo que actualmente están en la mejor posición para velar por los intereses del club, los jugadores, el cuerpo técnico y la afición", concluyó el empresario.
Ahora el Chelsea tendrá que comenzar a adaptarse a los cambios ya que posiblemente el respaldo financiero que tenía con Abramovich ya no esté más. Si bien el Chelsea se ha hecho sustentable y es más grande que antes, el punto es que la persona que lo llevó a lo más alto, no estará más.
Bajo su mando, el Chelsea ha ganado cinco Premier League, cinco FA Cup, tres Copas de la Liga, dos Community Shields, dos Europa League, dos Champions League, una Supercopa de Europa y una Copa Mundial de Clubes de la FIFA.