Chelsea venció 2-1 al Palmeiras en el tiempo extra para consagrarse campeón del Mundial de Clubes con goles de Romelu Lukaku y Kai Havertz.
A diferencia de otros años, el desarrollo del trámite fue muy parejo y el Verdao puso en aprietos en varios tramos del partido a los Blues.
Después de una primera parte que terminó con empate 0-0, a los 54 minutos llegó la apertura del marcador con un cabezazo perfecto de Lukaku tras un centro de Callum Hudson- Odoi.
Luego del gol el conjunto brasileño quedó golpeado, pero rápidamente se puso en partido gracias a un penal inocente de Thiago Silva que Raphael Veiga cambió por el empate.
Los 90 minutos terminaron 1-1 y en la prórroga el juego siguió con la misma temática hasta los 10' del segundo tiempo. Allí el árbitro cobró otro penal por una mano de Luan en el área y Havertz no perdonó para darle el título al Chelsea.
Con este resultado, los Blues se consagraron por primera vez en el Mundial de Clubes y se sacaron la espina de lo sucedido en 2012 cuando cayeron a manos del Corinthians por 1-0 con un gol de Paolo Guerrero.