El Chelsea sufrió más de la cuenta frente a Al-Hilal y se metió en la final del Mundial de Clubes con una victoria por 1-0 gracias a un regalo de la defensa rival.
El único tanto del encuentro fue convertido por Romelu Lukaku a los 32 minutos después de que un defensor despejará para el medio y le dejará el balón a merced al delantero para convertir.
Para sorpresa de muchos, el equipo de Arabia Saudita comandado por Leonardo Jardim tuvo muchas situaciones de peligro para alcanzar el empate pero chocaron ante un Kepa que estuvo imbatible en la portería.
Los Blues accedieron a la definición con este resultado y buscarán proclamarse campeones por primera vez en la competición luego de caer hace diez años frente al Corinthians.
Por aquel entonces, el conjunto inglés sufrió un duro revés y es la única oportunidad en la que Sudamérica se impuso ante Europa en las últimas catorce ediciones.
La final se jugará el próximo sábado ante el Palmeiras, actual bicampeón de América.