La Selección de Brasil sigue con uno de los récords más espectaculares de la historia del fútbol: jamás perdió un partido de local por Eliminatoria. Y el partido contra Paraguay no fue la excepción: lo goleó 4-0 en el Mineirao de Belo Horizonte. Y Dani Alves fue una de las figuras.
El defensor estuvo sólido en defensa y en ataque juega como si recién comenzara, pero la realidad es que tiene 38 años y puede salir jugando de esta forma. Presionado por un rival paraguayo, Dani Alves le tiró un sombrero, lo dejó en el suelo y siguió jugando como si fuera fácil. Interminable futbolista. Leyenda.