Tras las decisiones de Wilmar Roldán, la conferencia de prensa de Gustavo Alfaro tomó una relevancia inusual. La palabra del seleccionador de Ecuador fue la más esperada luego del 1-1 contra Brasil en Quito. Alfaro se mostró fastidioso, enojado y no se guardó nada para analizar el nivel del árbitro colombiano.
"Lamentablemente este fue un partido demasiado extraño, demasiado complejo. Se lo dije a Wilmar que, en la previa al córner del gol de Brasil, para mí era falta sobre Ángelo Preciado. Después las sanciones de roja a Alisson por violencia desmedida y los dos penales los sancionó. Pero ahí es donde entran las sutilezas del VAR que ven microscópicamente al detalle cosas que se pueden justificar para un lado o para el otro", comenzó marcando Alfaro.
Sin embargo, con el correr de las preguntas, la temperatura de Alfaro fue subiendo poco a poco: "Esto le quita la esencia al fútbol porque no es una sanción que se da para atrás o que se observa y se revierte. También es la pérdida de tiempo que lleva desde una sanción a la revisión de un VAR de 4 o 5 minutos. Todo lo que afecta psicológicamente a favor o en contra de un equipo".
"Con Brasil no tengo ninguna clase de reproches, al contrario, tengo mi admiración. No tuvimos ninguna a favor, no quiero ninguna a favor. La verdad que no quiero ninguna a favor, lo único que quiero es justicia. Quiero que las cosas se resuelvan dentro de la cancha por las virtudes, los errores, los aciertos y desaciertos que pueda llegar a tener nuestro equipo dentro de un partido. Ecuador se jugaba hoy la chance de jugar un Mundial, se jugaba la chance de estar en una Copa del Mundo, y lo vamos a seguir peleando", cerró Alfaro.