La crisis que vivió Neymar en el Paris Saint Germain no fue ficticia, fue real y profunda. El delantero brasileño que costó 222 millones de euros, se quiso al año de haber llegado a la capital francesa siendo el futbolista mejor pago del mundo. El PSG, hambriento por ganar todo, esperaba un Neymar decisivo, pero nunca tuvieron en cuenta la adaptación.

En su serie de Netflix, Neymar fue contundente en su confesión: "Quería irme del club. Cuando tomé la decisión de que me quería ir del PSG, no fue ni por la afición, no por el club. Lo hice porque me sentía mejor en otro sitio".

Neymar en ese momento hizo todo lo posible para lograr su regreso al FC Barcelona. Josep María Bartomeu y Eric Abidal tuvieron reuniones con el padre de Neymar y con la directiva del PSG, la salida estuvo cerca pero el equipo catalán no pudo pagar la cifra de 180 millones que pedía Paris.

"Nunca tuve nada contra la afición del PSG, ni contra el propio club. Nunca fue eso, al contrario. Estoy muy agradecido, estamos del mismo lado, defendemos la misma camiseta. Estoy aquí para ayudar. Aunque no quería seguir, debía entrenar y estar preparado. Porque si juego mal, todos me culparán a mí: si perdemos soy el primer responsable, sé la carga y la responsabilidad que tengo", concluyó Neymar.

Para dolor de cabeza de Neymar, las críticas no cesan y de hecho, cada vez son peores. Sus lesiones, la vida fuera del campo y la poca influencia dentro del mismo son los puntos más cuestionados por la prensa local.