Dos pasos luego de salir del campo, Ronaldo le dio la mano a Rangnick y le dejó una pregunta: "¿Por qué me sacas?". El entrenador le respondió pero no conformó a Cristiano, que no quiso ni sentarse en el banco de suplentes y se tiró en el suelo del mismo, buscando bajar la furia, el enojo.
Minutos después de su salida, más precisamente al 77, Marcus Rashford marcó el tercer gol para sentenciar todo y Rangnick ni lo gritó. Aprovechó ese momento para ir a hablar con Ronaldo y explicarle el cambio. La cara de Cristiano fue de no entender la decisión pero no le quedó otra que aceptarlo.
Tras el partido, Rangnick confesó: "Me preguntó por qué lo había sacado del partido. Le expliqué: 'Tengo que tomar la decisión por los intereses del equipo y del club'. Tuvimos exactamente la misma situación en Villa Park, estando 0-2, con 15 minutos por jugar. Y no queríamos cometer el mismo error. Decidí cambiar a línea de 5, metiendo a Harry Maguire".
Para concluir, el entrenador alemán se soltó en rueda de prensa y reveló la frase que dejó a Ronaldo en silencio: "Cristiano no está feliz. Es un goleador, le habría gustado permanecer en la cancha. Cuando marcamos el tercer gol, le expliqué exactamente lo mismo a él: 'Mira, Cristiano, entiendo que sigas siendo ambicioso y quieras marcar goles. Pero quizá en unos años, cuando tú seas entrenador, tomarás la misma decisión y estarás en el mismo lugar que yo a los 75 minutos de partido'. No esperaba que Cristiano viniera a abrazarme tras ser reemplazado. Sé cómo piensan los goleadores. Pero tengo que tomar mis decisiones en función de los intereses del equipo y club. No tengo ningún tipo de problemas con él".