Una serie de revelaciones, el medio francés L'Equipe dio a conocer los problemas de vestuario que sufre el PSG y que Mauricio Pochettino no puede controlar. Los roces vienen desde la renovación de Kylian Mbappé hasta la crisis de Mauro Icardi por sus problemas personales con Wanda Nara. Sin embargo, lo que más molestó fue lo de Leo Messi y el Balón de Oro.
L'Equipe sacó a la luz que luego de la obtención del séptimo Balón de Oro, Messi alquiló un lugar para celebrar el triunfo ante Lewandowski y estuvo hasta altas horas de la noche. Al otro día, el PSG informó que Messi y Leandro Paredes no fueron a entrenar por sufrir una gastritis.
Eso cayó mal en los futbolistas más experimentados del plantel del Paris Saint Germain, sobretodo Marquinhos, ya que es Messi quien debería dar el ejemplo en un club que recién llegó. Al plantel le molestó su ausencia y fastidió a algunos de los jugadores.
Al otro día, Messi fue a entrenar con normalidad. No obstante, L'Equipe es contundente y sabe que el vestuario del PSG es un verdadero polvorín por una lucha de egos que resulta incontrolable al juntar tantas estrellas en un mismo equipo. Además, remarca, el poco poder de influencia que tiene Pochettino para calmar la situación.